miércoles, 22 de febrero de 2012

CURIOSIDADES MEDICAS: EL BOTULISMO

CURIOSIDADES MÉDICAS: EL BOTULISMO
El Botulismo como intoxicación.
¿Qué sabes que es la toxina botulínica? ¿Sabes cuales son sus formas clínicas? ¿Sabes que utilidad tiene en medicina estética?

La toxina botulínica, es una neurotoxina elaborada por una bacteria denominada Clostridium botulinum. Se trata de uno de los venenos más poderosos que existen.
Como agente de intoxicación o envenenamiento produce el botulismo, enfermedad que se caracteriza por el desarrollo de alteraciones vegetativas (sequedad de boca, náuseas y vómitos) y parálisis muscular progresiva que puede llegar a ser causa de muerte al afectar la función respiratoria.
Como arma química o biológica es considerada extremadamente peligrosa y arma de destrucción masiva, prohibida por las Convenciones de Ginebra y la Convención sobre Armas Químicas.
                                              
                                                             


La capacidad que posee la toxina botulínica para producir parálisis muscular por denervación química se aprovecha para usarla como medicamento en el tratamiento de ciertas enfermedades neurológicas y como producto cosmético para tratamiento estético de las arrugas faciales.
La intoxicación que produce la se denomina Botulismo y la  vía de intoxicación es generalmente alimentaría por ingestión de alimentos mal preparados o conservados de manera inapropiada, o puede ser vía de contaminación a través de heridas abiertas.
La toxina se encuentra en zonas contaminadas, donde los suelos y las aguas no tratadas producen un caldo de cultivo ideal. Esta bacteria produce unas esporas que sobreviven en los alimentos cuya elaboración y almacenamiento se contaminó con estas esporas. Allí producen una toxina que al ingresar al cuerpo, incluso en mínimas cantidades, suele causar graves intoxicaciones pues la botulina es la sustancia más tóxica que existe y es probable que con tan solo probar el alimento contaminado la persona se intoxique gravemente, incluso hasta producirse la muerte.
Entre los alimentos más expuestos a la contaminación suelen encontrarse los alcalinos, o de bajo contenido ácido, como las verduras enlatadas en casa, además de los embutidos o productos derivados del cerdo (jamón curado, entre otros) y el pescado crudo o ahumado y en general productos cárnicos salados y ahumados mal conservados. El botulismo también se produce cuando la bacteria entra al organismo a través de una herida abierta y produce la toxina en el interior de ésta, o cuando se usa la botulina en forma inapropiada con fines de embellecimiento.[]
Igualmente se ha descrito botulismo en trabajadores de laboratorio por inhalación de la toxina en aerosol y en drogadictos por uso de jeringas contaminadas o por inhalación de droga contaminada y sinusitis crónica. []
Actualmente se definen 5 formas clínicas:
1. Intoxicación alimentaría. 2. Botulismo de heridas. 3. Botulismo del lactante.  4. Botulismo escondido o de origen desconocido. 5. Botulismo inadvertido.
La intoxicación alimentaría permanece como la forma más común de botulismo a nivel mundial. Es consecutiva a la ingestión de alimentos que contienen la toxina preformada. La mayoría de las veces se trata de conservas caseras o alimentos precocinados y sólo ocasionalmente de conservas comerciales. Suele aparecer en brotes.
La producción de la toxina implica que los procedimientos de preparación han sido ineficaces para evitar la contaminación con esporas, los sistemas de esterilización de conservas inadecuados para destruirlas y/o las condiciones de conservación han permitido la germinación, multiplicación y producción de la misma. Las conservas que con mayor frecuencia dan lugar a brotes son las vegetales, por la fácil contaminación de estos alimentos a partir del reservorio telúrico. Son particularmente peligrosas las conservas neutras o alcalinas como los espárragos y morrones. De los alimentos de origen cárnico tienen importancia la carne de cerdo y los pescados. El tratamiento térmico correcto, el bajo pH y el agregado de NaCl o nitritos son factores que, sumados, multiplican su acción protectora. La presencia de toxina botulínica habitualmente no se acompaña de alteraciones en el aspecto, olor o sabor de los alimentos aunque cuando los niveles de contaminación con cepas proteolíticas son altos se puede ver hinchazón de latas, gas y sentir mal sabor.
El botulismo de heridas se produce por infección de heridas con esporas ambientales. La mayoría de las heridas pre-botulínicas son traumáticas pero la enfermedad también se ve con frecuencia asociados a heridas en pacientes adictos a drogas IV.
El botulismo del lactante aparece entre la semana y los 12 meses de vida y se vincula a la ingestión de esporas. La fuente de las mismas puede ser el suelo o a través de la ingestión de miel u otros jarabes azucarados contaminados con esporas.  El botulismo escondido o de origen desconocido puede ser la variante adulta del botulismo del lactante (botulismo entérico del adulto) y ocurre en adultos que usualmente tienen alguna anormalidad del tracto intestinal que permite la colonización por parte de C.botulinum. En otros casos no se puede determinar el mecanismo de producción de la enfermedad. El botulismo "inadvertido" es la forma más recientemente descrita. Puede ocurrir en pacientes tratados con inyecciones de toxina botulínica por desordenes del movimiento.
El botulismo del lactante es actualmente la forma más frecuente descrita en EEUU ya que el botulismo alimentario esta en franca disminución. En nuestro país no se describían casos de botulismo desde hacía 18 años pero en el mes de marzo de 1999 se describieron 3 casos de origen alimentario que constituyeron un brote ya que estuvieron vinculados a la ingestión de un alimento en común.
Las manifestaciones clínicas
En el caso de la intoxicación alimentaría el período de incubación varía entre unas horas y 8-10 días, aunque lo más frecuente son 1-3 días. El cuadro puede ser de leve a mortal y se caracteriza por la aparición de manifestaciones neurológicas musculares (hipotonía o parálisis fláccida) y de disfunción autónoma. En todos los casos las manifestaciones son descendentes y simétricas (comienzan en la cabeza por afectación de los pares craneanos y le siguen las manifestaciones en cuello, extremidades superiores, tronco y extremidades inferiores) y simétricas.
Los síntomas y signos más comunes son: debilidad general; a nivel ocular: diplopía, visión borrosa por dificultad en la acomodación, fotofobia, midriasis, pupilas fijas y sequedad del ojo; a nivel digestivo: disfagia y sequedad de boca, lengua y faringe, estreñimiento, nauseas y vómitos. Por afectación vegetativa pueden aparecer retención urinaria e hipotensión postural. En la mayoría de los casos la muerte sobreviene por fallo respiratorio, debido a la afectación de músculos respiratorios o neumonía. En caso de curación, la convalecencia es muy gradual y lenta, de varias semanas o meses.  
En el caso del botulismo de heridas la incubación es un poco más larga, de 4 a 14 días y las manifestaciones son similares aunque los síntomas gastrointestinales suelen estar ausentes.  
En el botulismo del lactante la incubación va desde 3 a 30 días. La principal manifestación es el estreñimiento y posteriormente aparecen otros síntomas como letargo, dificultades de succión y deglución, llanto débil, debilidad muscular e hipotonías. El botulismo infantil tiene un espectro de severidad que va desde formas leves a enfermedad fulminante y mortal. El pronóstico es excelente si el comienzo de la enfermedad es lo suficientemente gradual como para permitir la hospitalización.
 Uso de la toxina botulínica en medicina estética
La utilización de Toxina Botulínica o Botox es un método magnífico para la corrección de las arrugas del tercio superior de la cara (perioculares, entrecejo, frente...), contribuyendo a conseguir una expresión de la mirada mas relajada y juvenil.
La infiltración de Botox es una técnica que se utiliza en EEUU hace muchos años con resultados excepcionales. El Botox es un medicamento formado por una proteína purificada que se infiltra en la piel para eliminar las arrugas de expresión facial. El Botox no es un material de relleno, es decir, no elimina las arrugas mediante el aporte de volumen, sino que actúa directamente sobre los músculos de la cara relajándolos. Esta función permite mejorar selectivamente las arrugas deseadas; es una acción reversible.
Por tanto puede considerarse como un RELAJANTE MUSCULAR TEMPORAL. Esto permite eliminar las arrugas sin cambiar la expresión natural de la cara.
El tratamiento consiste en la infiltración del producto en puntos concretos de los músculos del tercio superior de la cara a través de una finísima inyección, su aplicación es indolora y con ella se consigue bloquear la transmisión nerviosa que contrae los músculos cuando se gesticula. En general, y dado que en cada aplicación se inoculan muy pequeñas dosis del producto, este tratamiento no suele tener efectos secundarios. No obstante, a veces puede producirse un pequeño hematoma en el punto de aplicación que se corrige con maquillaje y que suele durar unas pocas horas.
Se pueden realizar tratamientos combinados por ejemplo la combinación del Botox con el relleno de ácido hialurónico, Botox con Peeling de hidroxiacidos. Por un lado el Botox borrará las arrugas de expresión que se producen con la gesticulación, al tiempo que previene nuevos pliegues cutáneos y, por el otro, los rellenos o Peeling, eliminarán los surcos faciales ya existentes, sobre todo aquellos situados alrededor de los ojos, la boca o las arrugas profundas del entrecejo o la frente.
El tratamiento es muy rápido y el paciente, que no tiene que realizar ninguna preparación especial previa al tratamiento, no interrumpe su actividad diaria. No obstante, tras la sesión el paciente deberá seguir una serie de recomendaciones como no tomar el sol, ni masajear la zona o realizar movimientos bruscos. Gracias a este tratamiento se consiguen unos resultados muy positivos ya que se logra atenuar y retrasar las arrugas de gesticulación que se van formando con el paso de los años sin cambiar la expresión natural del rostro, manteniendo y mejorando un aspecto juvenil, descansado y saludable. En este sentido, es importante destacar los excelentes resultados que se obtienen en los pacientes relativamente jóvenes (personas de 30 a 65 años) pues en estos casos, además de corregir los surcos cutáneos existentes, tiene un carácter preventivo ya que evita la formación de futuros pliegues faciales. Los efectos de este tratamiento son reversibles y su duración aproximada es de unos cinco o seis meses, cuando los músculos tratados volverán a recuperar paulatinamente su capacidad de movimiento. No obstante, después de varias sesiones su efecto dura cada vez más tiempo porque el cuerpo la va asimilando durante más tiempo y porque la relajación muscular de los sucesivos tratamientos va reduciendo progresivamente la profundidad de las arrugas.

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